Las noches de verano molan. De eso no hay duda. ¿Por qué? Porque las noches, en verano, son más cálidas y, encima, la mayoría disfrutamos de nuestras merecidísimas vacaciones de verano en lugares paradisíacos como Tenerife. ¿Sabes que el cielo de Tenerife, en verano, es ideal para ver la Vía Láctea? Quédate con nosotros y te contamos por qué. ¿Preparado para descubrirlo?
Si estás (o estarás) en Tenerife este verano, tienes que saber que no puedes dejar de subir al Teide a observar la Vía Láctea bajo el manto de estrellas de nuestro cielo Starlight. Y es que es toda una experiencia que tienes que vivir en tus propias carnes.
La Vía Láctea es, sin duda, uno de los grandes espectáculos del verano. Pero ¿qué es? Es una banda neblinosa que cruza el cielo y que, atención, es especialmente visible en los meses de verano. Para verla, basta con mirar hacia el horizonte Sur, donde reconocerás la banda plateada de la Vía Láctea.
Cuando hayas identificado la Vía Láctea en el cielo estrellado de Tenerife (¡no la confundas con nubes, por favor!), párate a hacer un recorrido por sus estrellas. ¡Alucinarás con tanta belleza! Y es que la Vía Láctea es una agrupación de millones de estrellas que son demasiado débiles como para poderse distinguir por separado. ¿Mágico, no?
Alucinarás con esto, la Vía Láctea está formada por unos 100.000 millones de estrellas que forman un grandísimo disco estelar ¡con un diámetro de 100 a 200.000 años luz! Ahí es nada.
Pero la Vía Láctea no es la única gran protagonista del cielo estrellado en verano. No. En verano también es posible deleitarse con una formación de estrellas llamada el Triángulo del Verano y que está formada por las estrellas Vega, Altair y Deneb. De hecho, esta formación de estrellas, que es un asterismo (o una pseudoconstelación de estrellas) es la que indica que el verano, señores, ¡ya está aquí!
El Triángulo del verano empieza a ser apreciable a finales de primavera y deja de ser visible a principios de otoño, aunque cuando más se puede disfrutar de esta formación es en verano, que por eso lleva esta estación del año en su nombre.
Esta formación de estrellas es muy fácil de encontrar ya que está formada por tres de las estrellas que más brillan en verano: la estrella Vega, que pertenece a la constelación de la Lira; la estrella Deneb, en la constelación del Cisne (cuya “cabeza”, cabe destacar, está marcada por Albireo, una estrella doble que te sorprenderá si la miras a través del telescopio); y la estrella Altair, perteneciente a la constelación del Águila que, si bien es la menos brillante de las tres, es la que completa el triángulo de verano porque sigue siendo una de las estrellas que más brillan en el firmamento estival.
Si tienes un cacao mental con tanto asterismo, tanta constelación y tanta Vía Láctea, no temas. Este verano puedes aprovechar tu estancia en Tenerife para descubrir los secretos del Universo y disfrutar de las cálidas noches de verano en un marco inigualable para la observación de estrellas, el Parque Nacional del Teide, con la ayuda de guías astronómicos que te explicarán todo y más sobre el cielo estrellado.
Lo único que tienes que hacer es reservar nuestra experiencia para observar las estrellas y la Vía Láctea en el Teide y subir a los pies del volcán con la mochila cargada de alegría y ganas de aprender y disfrutar.