El Parque Nacional del Teide es de los espacios naturales más singulares del mundo; no en balde, se trata del más visitado de toda España y de Europa.
Con una cifra que alcanza los cuatro millones de turistas anuales, la diversidad de personas que vienen a conocer este paraíso es tal que prácticamente abarca casi todos los idiomas y culturas. Una ellas es la rusa, que hizo de imán para atraer a Tenerife a Frank Segura, natural de Cuba y que domina la lengua eslava por haberse formado en física en Rusia.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Al físico cubano le llegó una oferta de guía turístico para rusos y vino a Tenerife, donde tuvo su primera excursión apenas un día después de haber llegado.
Segura considera que a día de hoy esa primera excursión es la más importante de su vida, y se trataba nada más y nada menos que del Teide, para su “mala suerte”, como él afirma, pues todavía no estaba muy familiarizado con el entorno volcánico.
Sin embargo, gracias a un intenso estudio que hizo la noche anterior, y con la ayuda del conductor de la guagua turística, consiguió explicar al grupo de turistas las particularidades del singular paraje del Teide, que define como “un monstruo” capaz de enamorar a quien lo contempla.
Tras cinco años dedicado a la labor de guía turístico y a mostrar la belleza de la naturaleza canaria, Segura afirma que tenía el “gusanillo” por cambiar y empezar con algo nuevo que estuviese relacionado con el sector.
De esta forma, dio el paso y adquirió parte de una empresa para emprender y explorar su propia visión turística.
Además, explica que el tiempo que pasó como guía fue determinante para comprender la complejidad y el esfuerzo que hacen muchos trabajadores, lo que le sirvió como nuevo prisma para desarrollar las excursiones con los turistas y atender también las necesidades de los empleados.
Como alguien que ahora regenta parte de una empresa y se nutre de la excursiones por zonas como Masca o Garachico, por ejemplo, Segura señala al Teide como el elemento imprescindible de Tenerife.
Lo describe como “el corazón de la Isla, el pulmón, tanto turístico como de belleza”.
En ese sentido, el empresario aprovecha para destacar la ruta que realizan por los roques de García y Pico Viejo, y luego el ascenso al Teide gracias al teleférico, que los lleva hasta la última plataforma, a 3550 metros.
Por otra parte, Segura resalta también la colaboración de su empresa, Atlántico Excursiones y de Volcano Teide con el observatorio del parque, porque, según comenta, es una forma de darle valor al lugar sin masificarlo y atraer así a quienes se interesan por las cuestiones científicas, tanto turistas como profesionales.
Aunque Segura cree que se pueden hacer muchas actividades en el parque nacional respetando el medioambiente, indica que hay que tratar de ir un paso más allá y revisar el modelo de visita para evitar la masificación y el consecuente daño a la naturaleza.
La situación actual por la pandemia del coronavirus ha llevado a un parón total de la actividad, por lo que Segura plantea que la industria turística está destinada a reinventarse, tanto por la COVID-19 como por la naturaleza competitiva del sector.
En este momento, muchos están a la espera de las normativas y regulaciones que se establezcan para garantizar la seguridad e higiene de las diversas actividades, que Frank asegura que cumplirán una vez que se conozcan.
Ya están preparados para ello y, a pesar de que va a ser complicado organizar las guaguas y los grupos, son conscientes de que hay que garantizar el bienestar y la salud de los clientes.